La poesia de Menorca

Hablar de los escritores menorquines es, inevitablemente, hablar de Ponç Pons. Nacido en Alaior en 1956, Ponç Pons es uno de los exponentes más importantes de la poesía menorquina y más reconocidos a nivel mundial. Aunque sus inicios en la escritura fueron en castellano, a los 17 años aprendió a escribir en catalán, en una época en la que estaba prohibido por la dictadura de Francisco Franco, y lo tomó como su principal lengua para escribir, desafiando a todo aquello que lo rodeaba.

Explican, los que le conocen, que la obra de Ponç Pons se puede dividir en tres periodos bien destacados. El primero es el que abarca desde 1978 a 1988 donde el lector puede detectar como se crea el poeta, como va avanzando y se va creando su voz y su estilo. El segundo, el que llega hasta 1997 sirve para contrastar el compromiso que el autor asume con la poesía y como muestra la madurez de su obra. El tercer periodo es un mundo a parte ya que viene marcado por el abandono del culturalismo y el principio de una poesía que se nutre de la vida moral del poeta, recalca su círculo íntimo.

Ponç Pons Menorca poesía

Entre su obra no solamente destaca la poesía sino que hay lugar para la narrativa (‘Vora un balcó sota un mar inaudible’, 1981 o ‘Cor de página esbrellada’, 1984) así como la narrativa juvenil con la que en algunos casos como ‘Memorial de Tabarka’ o ‘Entre el cel i la terra’ ofrece una visión de una Menorca antigua que vivía al acecho de piratas y conquistadores culpa de su estratégico enclave en el Mar Mediterráneo. Así mismo tiene una obra de teatro, ‘Lokus’, editada en 2009 que se ha representado en algunos teatros de Baleares y de Cataluña.

El propio autor define su obra como “clásica en el ritmo, moderna en la expresión y contundente en el contenido” y matiza que escribe poemas “siguiendo una métrica, un ritmo que al ser leídos suenan bien en el oído” luego “usa una lengua literaria que, a pesar de que sigue el registro culto adecuado, muestra el uso del menorquín actual” y “no conceve la poesía como un simple juego retórico, el poema siempre ha de decir algo y lo tiene que comunicar con fuerza”.

El aura especial i mística que envuelve a Ponç Pons se completa con el hecho de que el autor dispone de una pequeña cabaña aislada de todo en su ciudad natal, Alaior,