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El Camino de Santiago

Camino de Santiago

El Camino de Santiago

Caminante son tus huellas el camino y nada más;

Caminante, no hay camino se hace camino al andar.

Ya lo decía el gran poeta Antonio Machado, y más tarde lo cantaría Serrat;

Todo pasa y todo queda
Pero lo nuestro es pasar
Pasar haciendo caminos
Caminos sobre la mar

Son muchos los que “hacen camino al andar” haciendo el Camino de Santiago, ruta que recorren los peregrinos procedentes de diferentes puntos de la geografía española y de toda Europa para llegar a la ciudad de Santiago de Compostela, donde se veneran las reliquias del apóstol Santiago el Mayor. Durante toda la Edad Media fue muy concurrido, más tarde ligeramente olvidado y en la época actual ha vuelto a tomar un gran auge.

El Camino de Santiago ha sido declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad además de itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa y ha recibido el título honorífico de Calle mayor de Europa.

Inicios históricos del Camino

Los orígenes del culto a Santiago en la Hispania romana se remontan al año 812, cuando se encontraron reliquias atribuidas al apóstol. Al final del siglo IX se extiende por la Europa cristiana. Alfonso II rey de Asturias, mandó construir una iglesia en el lugar que, según cuenta la leyenda, reposan los restos del apóstol Santiago. A partir del siglo XI, esta iglesia se convirtió en uno de los principales centros de peregrinación de la Cristiandad y dio origen al Camino de Santiago. Por esta vía se expandieron en la Península los nuevos estilos arquitectónicos que triunfaron en Europa. Con el hallazgo de las reliquias del apóstol y con el beneplácito de Carlomagno, que quería defender sus fronteras de invasiones árabes, Compostela se convertirá progresivamente en un centro de peregrinaje que recibirá su impulso definitivo durante la primera mitad del siglo XII. Muy pronto, la noticia se extiende por toda la Europa cristiana y los peregrinos comienzan a llegar al lugar del sepulcro, el denominado Campus Stellae, que degenerará en el término Compostela.

Todos los caminos llegan a… Santiago”

Los Caminos de Santiago de Compostela en la península

Referirse al Camino de Santiago es tanto como tratar de simplificar una realidad que es en sí misma plural, puesto que de igual manera que se dice en el habla popular que “todos los caminos conducen a Roma”, también para ir a Santiago hay que hablar de varias rutas que por razones muy diversas han ido creándose en España a lo largo de los siglos. Las más destacadas son:

Caminos de Santiago en Galicia (Camino de la Ría de Arosa; Camino de los Ingleses)

Caminos de Santiago Francés (Camino de Santiago Francés; Viejo Camino de Santiago)

Caminos de Santiago del Norte (Camino de Santiago Real; Camino de Santiago Primitivo)

Caminos de Santiago de la Vía de la Plata (Camino de Santiago de la Plata)

Caminos de S. de Castilla (Camino de Santiago de la lana; de Soria; de Madrid)

Caminos de S. Catalanes

Caminos de S. de las Rutas de los Mozárabes

Caminos de S. desde Portugal

Caminos de Santiago de Compostela en Francia

Como hemos visto, los caminos por los que llegan los fieles a Santiago son muy numerosos. Uno de los recorridos que llegará a convertirse en el Camino por antonomasia es el camino francés, ya que todos los caminos que pasan por Francia se unen a alguna de estas cuatro antiguas vías:

Vía Turonensis (desde París, por Turonem, Tours)

Vía Lemovicensis (desde la localidad de Vézelay, por Lemovicum Limoges)

Vía Podiensis (porque comienza en Puy-en-Velay y allí se encuentra con la Vía Gebennensis que comienza en Ginebra)

Vía Tolosana (desde la localidad de Arlés por Tolosa de Francia)

En España se inicia en los puertos de Somport (vía tolosana) o de Roncesvalles (Navarra). Los viajeros se dirigen a Puente la Reina (Navarra), pasando, en el primer caso, por Jaca (Huesca), Sangüesa (Navarra) y Monreal (Navarra); y por Pamplona, en el segundo. Unidos en Obanos, a escasos kilómetros de Puente la Reina, los peregrinos siguen por Estella, Monjardín, Logroño (La Rioja), Nájera, Santo Domingo de la Calzada, Redecilla del Camino, Belorado, Villafranca Montes de Oca y Burgos. En este último lugar confluye la vía menor que, desde Bayona (Francia), cruza por Tolosa (Guipúzcoa), Vitoria, Miranda de Ebro y Briviesca.

Las etapas a partir de Burgos pasan por Castrojeriz, Frómista, Carrión de los Condes, Sahagún y León. En León, algunos peregrinos optan por desviarse hacia Oviedo (Asturias), para seguir el camino de visita a San Salvador; así rezaba el dicho ya en la Edad Media: Quien va a Santiago y no a San Salvador honra al criado y olvida al Señor. Retomar el Camino Francés lleva al peregrino a La Virgen del Camino, donde los romeros pueden rendir culto a la imagen homónima, patrona del Reino de León, Hospital de Órbigo, Astorga, Ponferrada, Villafranca del Bierzo, adentrándose en Galicia a través de O Cebreiro, Portomarín, Palas del Rey y Santiago de Compostela.

A lo largo del camino, se construyen iglesias y hospitales bajo la advocación de Santiago y, también, por otras adoraciones muy consideradas en los siglos XI y XII. Todavía podemos ver en las poblaciones por las que se peregrinaba, las indicaciones calle del Camino e iglesia de Santiago, que marcaban el recorrido medieval.

Otras rutas en Europa

Gran Bretaña

Los peregrinos ingleses, ya desde el siglo XI, se aventuraban a adentrarse en los mares y llegar a Santiago de Compostela. Este Camino tiene por tanto, un componente especial: comienza en el mar, concretamente en la ciudad de Ferrol, continuando por la provincia de La Coruña.

El mar y los valles acompañan el Camino, que llega a una histórica localidad: Pontedeume, presidida por su puente medieval. San Martiño de Tiobre es el preámbulo antes de entrar en Betanzos, villa amurallada, pasando luego por La Coruña, hasta llegar a Santiago.

Alemania y Austria

Los alemanes septentrionales y los peregrinos del centro y el norte de Europa entraban en Francia a través del camino lemovicense. Los alemanes del sur, los suizos, los austríacos y los peregrinos de Europa del este (Bohemia, Moravia, Hungría, Croacia…) se valían del camino podense atravesando Suiza. En el centro de Europa el Camino era muy complejo y se iba simplificando conforme las rutas se acercaban a Francia o a Suiza.

El más habitual era el que partía de Praga y, atravesando Baviera, entraba en Suiza por la Jura de Suabia. En la ciudad de Constanza se unía al Camino Helvético (Einsiedeln-Berna-Ginebra) y, pasada la ciudad de Lyon, confluía en Le Puy-en-Velay con el camino francés podense.

Otra ruta partía de Viena con los peregrinos del este que se adentraba en los valles alpinos del Tirol atravesando las ciudades de Innsbruck, Feldkirch, tras la cual entraba en Suiza. En el valle alto del río Rin la ruta se bifurcaba, una tomaba dirección sur hacia Milán y otra continuaba por Suiza hasta Ginebra.

El impulso de los últimos años

Tras la Edad Media y Moderna, el Camino fue perdiendo importancia.

Un primer intento de revitalización se produjo en 1962 con el anuncio de la señalización del camino. Así ese mismo año, el Diario Vasco, publicó que 14 maestros estaban peregrinando desde Roncesvalles con el objetivo de “actualizar la antigua marcha de los peregrinos por el camino jacobeo”. Sin embargo estas iniciativas apenas tuvieron éxito.

En el Año Santo Compostelano de 1993, el gobierno autónomo gallego decidió potenciar su valor enfocado a un recurso turístico, abriéndolo a personas con el perfil del peregrino religioso tradicional; de este modo se lanzó una gran campaña de publicidad para el Jacobeo de ese año: Xacobeo 93.

Cristina Yuste Hernández

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