ANSIEDAD

Cuando nos falta el aire, no podemos dormir, o tenemos ataques de pánico y malestar. La ansiedad, según los psicólogos, es uno de los grandes males de nuestra sociedad, derivado de la necesidad de poseer y del miedo al fracaso en las distintas esferas de la vida. “Para calmar nuestra ansiedad – comenta Rafael Santandreu – debemos darnos cuenta de que podríamos desprendernos de todo aquello que tememos perder y seguir siendo felices. En la renuncia está la fortaleza. Si podemos imaginar que no tenemos que ser personas de éxito, o las más listas, guapas, etc…manejaremos bien lo que tenemos entre manos y lo haremos con ilusión y sin ansiedad”. Si aún así no podemos eliminarla, tenemos que convencernos de que no nos tiene que impedirser felices, aunque nos persiga.

TRISTEZA

Para Santandreu la tristeza que puede derivar por una pérdida, un fracaso o una adversidad puede ser superada. Eso depende del hecho de que en estas ocasiones uno se pone triste “Porque cree que e falta algo, que ha perdido algo, o que no puede acceder a algo de gran valor para él”. Para combatir la tristeza hay que abrir los ojos y debemos darnos cuenta de la gran cantidad de cosas buenas que tenemos alrededor. Pero cuando se trata de grandes adversidades ? Para Santandreu todo lo que sucede ofrece oportunidades de hacer algo nuevo y hermoso.

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ADVERSIDAD

La mayor parte de las adversidades son incomodidades, y las comodidades no son importantes para conseguir ser feliz. “Perder el trén, no dormir, quemar la cena…todo esto son incomodidades, y hoy en día tenemos endiosado a este concepto. Eso es lo que perjudica nuestra serenidad”.

IRA

La rabia nos puede ganar la batalla. Quejarse con ira o con enfado en exceso puede desautorizarnos, además de que tomar una decisión en esas condiciones se hace casi imposible, pues nuestra mente se nubla, se bloquea y se vuelve impulsiva. “Tenemos que aprender que los demás son imperfectos, y eso es consustancial al hombre y al universo. Esto nos ayudará a controlar nuestra ira, a borrar la palabra “queja” y a sustituirla por “sugerencia”. De esta manera seremos más comprensivos y no nos enfadaremos tanto. “La ira – prosigue santandreu – solo nos lleva a empeorar la situación. Cuando no somos enfadados y estamos mejor emocionalmente, somos capaces de sugerir el cambio de forma agradable y pacífica”.

ASERTIVIDAD

No saber decir que no y no atrevernos a expresar ciertas cosas puede llevarnos a situaciones incómodas. Santandreu subraya como no sea necesario ser perfectos para ser felices. “En cuanto asumemos esto, desaparece el miedo a que no te aprueben. Eso es confundir la asertividad con la agresividad, que es la interpretación que hacen muchos”. Su consejo: “Si tenemos que decir algo dificil podemos recurrir al email, o dejar una nota. Podemos expresarnos sin tener miedo”.

CELOS

“Casi todo el mundo – dice Santandreu – cree que los celos sean un problema de inseguridad, de baja autoestima, pero no: son un problema de excesivo sentimiento de posesión“. Por eso la aparición de un posible tercer miembro en una pareja o en una amistad (por ejemplo), que acapara el interés del otro, puede agudizar los celos. “Convecernos de que la otra persona no es nuestra es la clave para dejar de atormantar a nuestra pareja con malentendidos. Solo así se puede disfrutar de una vida de pareja sana y feliz”.

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LAS INJUSTICIAS

En la sociedad actual es constante la interpelación a la justicia como causa de nuestras desdichas (no es justo, porqué a mí, es una injusticia, etc etc…). Para santandreu la Justicia Completa simplemente no existe, y sobre todo no la necesitamos para ser felices. Puesto, pues, que no existe, vamos a tener un cupo de injusticias. Lo que perdemos por culpa de estas no es importante, lo que sí lo es, es nuestra reacción: hacer cosas valiosas por los demás por ejemplo nos ayudará mucho, y nos serán devueltas.

SUSCEPTIBILIDAD

Vivimos en la errónea creencia de que todo el mundo nos tiene que tratar bien todo el tiempo. Por eso en muchas ocasiones nos volvemos hipersensibles y paranoicos, protegiéndonos de quien nos pueda ofender y aislándonos. Dejar de ser susceptible implica un duro y largo trabajo: “Es imprescindible – comenta Santandreu – crearse una sólida autoestima. Cómo? Convenciéndonos de que somos geniales, y no porque somos guapos, ricos, listos…sino porque somos humanos con capacidad de amar, la única cualidad necesaria para tener una vida hermosa y vibrante”.

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HIPOCONDRIA

Esta desorbitada e irracional preocupación por la enfermedad es causa frecuente de infelicidad. Detrás de esto se econde un gran miedo a estar enfermos y, sobre todo, a la muerte. “El miedo a las enfermedades – dice Santandreu – se basa en la creencia de que si estás enfermo no puedes ser feliz…como si no hubiesen personas enfermas (y mucho) y felices!

La muerte hay que aprender a mirarla de manera diferente: es un proceso, un pasaje a otro plano. Hay que intentar entenderla. Mi muerte no depende de mí, es un proceso necesario, que puede llegar a ser bonito”.

MIEDO AL CAMBIO

O – se podría decir – miedo a tomar decisiones. Miedos que nos paralizan y impiden avanzar. La clave es tomar todo con ilusión como si fuese un juego donde no importa el resultado (aunque el éxito es la meta) sino disfrutar del proceso. Comenzar una nueva etapa laboral o formar parte de un uevo grupo social, por ejemplo…todo es cuestión de afrontar las cosas como un divertimento, sabiendo que para ser feliz no es necesario el éxito en cada una de las tareas que emprendemos, sino disfrutar del camino, sin miedo ni complejos.