La mejor forma de conocer el Sena de París

Aunque pueda parecer demasiado típico o “especial para turistas” si queremos disfrutar de verdad del que desde siempre es uno de los lugares más especiales de la ciudad para sus propios habitantes. De hecho, en la Île de la Cité, una de las principales islas que forma el río en su cauce, es donde los primeros habitantes de la ciudad se asentaron.

París es una de las ciudades en el mundo que, por mucho que la visitemos, siempre vamos a encontrar algo que nos sorprenda. Ya sea en verano, invierno, día o de noche, la capital francesa siempre ofrece oportunidades nuevas para disfrutarla.

Una de estas formas de verla desde otra perspectiva es desde el puente de uno de los muchos barcos que navegan por el Río Sena a diario. Un punto de vista fresco, totalmente original y diferente desde el que descubrir nuevas perspectivas y paisajes.

Crucero por el Rio Sena

Las opciones que tenemos a nuestra disposición son muy variadas: desde las más turísticas, que nos darán un largo paseo alrededor de la Cité (y desde la que podremos reconocer algunos de los monumentos más conocidos de París) hasta aquellos más soficticados que nos permitirán disfrutar de una romántica cena o tomar una copa a la luz de las velas.

La opción más elegida por los millones de turistas que visitan la ciudad cada año es la del paseo a la luz del día. Nada como un buen viaje a través de los diferentes puentes que cruzan la ciudad de Este a Oeste. Algunas empresas ofrecen combinaciones posibles con autobuses turísticos que recorren la ciudad para poder unir los trayectos.

Pero si queremos irnos con una sensación de que hemos disfrutado del río por completo, lo mejor es hacer un crucero por el sena con cena aprovechando el atardecer. Esta es la hora en la que la luz nos permite disfrutar de la magia que destila cada rincón de la ciudad.

Crucero por el Sena al atardecer

 

Nada como pasear desde uno de los típicos barquitos llamados Bateaus Mouches (alargadas y con una gran cubierta al aire libre que permite disfrutar de vistas panorámicas) en el momento en que los últimos rayos del sol dejan paso a la claridad de la noche.

A lo largo del río, en su recorrido por el centro de la ciudad, podemos encontrar diferentes estaciones donde estos pequeños cruceros hacen parada y podemos acceder a ellos con facilidad.

Uno de los embarcaderos más utilizados se encuentra, cómo no!, a los pies de la Torre Eiffel. Este es un lugar perfecto para comenzar el viaje. A partir de aquí cruzaremos por los puentes más famosos y reverenciados de la ciudad: Pont Neuf, Pont de l’Alma, el Puente de Alejandro III.

En definitiva, si queremos disfrutar la ciudad de la luz desde una perspectiva completamente nueva y diferente estas travesías en barco por el cauce del Sena no pueden faltar en nuestro viaje.